En la adolescencia los problemas psicológicos y sociales particularmente relacionados con el comportamiento, y los problemas escolares, son más comunes que en cualquier otro momento de la vida.
Los adolescentes son mucho más independientes y a menudo están fuera del control directo de los adultos.
Cuando el mal comportamiento se vuelve severo y frecuente, un profesional de la salud mental debe evaluar a estos jóvenes para detectar los conflictos, trastornos y/o patologías que puedan existir.
La depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios, las adicciones, la anorexia, la bulimia se producen con mayor frecuencia durante la adolescencia.
Los adolescentes que tienen ansiedad o trastornos del estado de ánimo pueden tener síntomas físicos como fatiga o fatiga crónica, mareos, dolor de cabeza y dolor abdominal o torácico.